Hay muchos factores que pueden afectar a un sistema de ósmosis inversa doméstico. Algunos problemas harán que el sistema pierda eficiencia o degrade su funcionamiento, mientras que otros directamente impedirán que tu filtro funcione. Hoy veremos los problemas más comunes así como sus posibles soluciones ¡Vamos allá!

Averías más recurrentes en sistemas de osmosis inversa
Es importante saber cómo diagnosticar cualquier fallo potencial para que no se convierta en un problema mayor más adelante que requiera reparaciones importantes. Conviene aclarar que para problemas graves siempre lo mejor será contactar con un servicio técnico oficial, sin embargo, esta guía nos puede servir para realizar un diagnóstico rápido. Veamos los problemas y soluciones comunes relacionados con los sistemas de ósmosis inversa.
Poca presión
Los equipos de osmosis inversa requieren que el agua tenga una cierta presión para que ésta atraviese los filtros y membranas del equipo con fuerza y así eliminar los contaminantes del agua. Cada equipo determina sus recomendaciones de presión mínimas, pero en el caso de que el equipo haya estado funcionando correctamente pero la presión haya caído repentinamente o con el tiempo, se puede deber a varios factores:
- Reducción de la presión de agua en la red. Esto puede deberse a una variedad de razones como la disminución de la presión del agua de la ciudad o deterioros en la instalación del edificio o la vivienda. Este caso se puede identificar con un manómetro como este para medir la presión del agua. Si la presión está baja las posibles soluciones serían instalar una boomba booster externa a nuestro equipo, u optar por un equipo de ósmosis con bomba.
- Línea de alimentación demasiado larga. Si la tubería de entrada a nuestro equipo es demasiado prolongada, esto puede hacer que se pierda presión de entrada al equipo, sobre todo si ésta tubería está vieja, que sería más propensa a fugas. Aquí podemos intentar colocar el equipo más cerca de la fuente de agua si esto es una opción, reemplazar las tuberías si están deterioradas u optar por la opción de un equipo con bomba de refuerzo o una bomba booster.

Un manómetro es una herramienta efectiva para identificar la presión del agua en una tubería
- Sistema atascado. Si la presión de entrada parece correcta (podemos identificarla con un manómetro) pero ésta parece perderse en el equipo en sí, es posible que tengamos un atasco de suciedad en alguno de los filtros o una válvula de retención defectuosa, que no permite que el agua fluya de regreso a la unidad. Para identificar este escenario, dependiendo del equipo, podemos hacer pruebas quitando filtros uno a uno para identificar algún filtro problemático. Una vez identificado el problema, podemos proceder a limpiar o reemplazar la pieza defectuosa.
Grifo gotea

Si el grifo gotea, pero éste ha sido limpiado y no hay daños visibles, lo primero que tendríamos que descartar es que la presión en la línea sea demasiado baja. Para eso podemos referir al punto de arriba, que podemos medir con un regulador de presión o manómetro.
En caso de que la presión parezca correcta en el equipo, pero el grifo continúe goteando, el problema es probable que se se deba a depósitos minerales o biológicos en las válvulas del grifo. Puedes limpiar las válvulas con vinagre de limpieza o directamente reemplazar las válvulas o el grifo completo si la limpieza no funciona.
No sale agua
De nuevo en este escenario lo primero sería revisar la presión para identificar si la presión de agua en la entrada del equipo es correcta o no. En caso de que la presión sea correcta, pero el equipo no produzca nada de agua, es posible que haya una obstrucción en la línea de alimentación. Si esta tubería está obstruida, podemos limpiarla con un cepillo de limpieza o reemplazarla dependiendo del modelo de ósmosis inversa.
En caso de que no veamos aparentes obstrucciones en la línea de entrada de agua, es posible que el sensor de flujo esté defectuoso y deba reemplazarse, y esté cerrando el caudal más de la cuenta por un error de medición. Esto es algo que podría ocurrir sobretodo en equipos que han estado mucho tiempo en desuso y se han secado por completo.

Agua con mal sabor y olor
Si el agua que sale del sistema de ósmosis inversa sabe y huele mal, hay varias cosas que podemos verificar.
Lo primero es mencionar que si acabamos de instalar o reemplazar los filtros o la membrana, esto es relativamente normal, incluso que el agua tenga algo de color por el carbón activo. En este caso debemos dejar el agua corriendo durante 5 minutos para que se filtren todas las impurezas y el equipo se ponga en marcha.
Si este no es nuestro caso, debemos revisar la presión en la línea de agua y asegurarse de que esté por encima de la presión mínima que necesita el sistema para funcionar correctamente. Si el agua fluye mucho más lenta de lo que debería es posible que ciertos olores se impregnen en el líquido filtrado.

En caso de tener una presión adecuada, debemos revisar los filtros y asegurarnos de que estén limpios. También podemos verificar el agua de alimentación para asegurarse de que esté bien, y no esté entrando especialmente sucia por obras cercanas a la vivienda o situaciones similares.
Si hay pocos minerales disueltos en el agua de alimentación, éstos se pueden acumular en las membranas de osmosis inversa, causando mal olor y sabor en el agua. Puedes usar un acondicionador de agua para aumentar los minerales disueltos en el agua, o puede reemplazar las membranas si ya tienen un uso extendido.
La máquina hace mucho ruido
La mayoría de los sistemas de ósmosis inversa son muy silenciosos, por lo que si la máquina hace mucho ruido, puede haber un problema. Aquí debemos considerar que las máquinas con bomba de refuerzo son ligeramente más ruidosas que las que usan presión hidráulica sin electricidad. Igualmente no debería llegar a un nivel de ruido molesto.
Si el agua de alimentación está muy caliente, ésta puede expandirse y hacer que el sistema sea más ruidoso. Revisa la entrada de agua, sobre todo en instalaciones de edificios viejos donde hay un control del agua fría/caliente de forma centralizada.
Otra causa del ruido puede ser el aire en la línea de alimentación. Si se movió la unidad recientemente, es posible que haya sido empujada y que entre aire en la línea. En ciertos casos, esto también puede ocurrir cuando haya mucho viento en el exterior que altere las presiones de agua en las tuberías temporalmente. Puedes limpiar la línea de alimentación para eliminar el aire almacenado o incluso reemplazar la manguera si la limpieza no funciona.
Otros problemas y sus soluciones
Los anteriores son los problemas más comunes que los equipos de ósmosis inversa doméstica pueden conllevar. Sin embargo, es conveniente revisar otro tipo de fallas algo menos comunes pero que también es interesante tener en cuenta para realizar un autodiagnóstico en la medida de lo posible y determinar si nos merece o no la pena el arreglo.

Carcasa de la membrana o filtros con fugas
Esto sólo aplica a los equipos de instalación tradicionales bajo el fregadero, no a los portátiles ni a los compactos, pero conviene entender por qué se da. Generalmente es debido a un mal cierre de la tapa de la carcasa de la membrana o el filtro en cuestión, aunque también puede ocurrir que la propia carcasa o la tapa estén agrietadas. En caso de que alguna pieza esté agrietada se debería sustituir para aliviar el problema. Para el caso en el que ambas piezas estén integras podemos asegurar que la tapa cierre bien con una goma de fontanero o incluso sellarlo con silicona.

El grifo tiene fugas
Aquí por el coste lo más fácil sería directamente reemplazar el grifo si estamos seguros que tiene una fuga y no es que está mal conectado o se está soltando la rosca que lo conecta a la manguera. Como en el caso del problema del grifo que gotea, conviene limpiarlo bien antes para asegurar que identificamos claramente la fuga. Productos de limpieza como el vinagre te ayudarán a dejarlo como nuevo por dentro para asilar la posible pérdida de agua.
El grifo hace ruido
De igual modo que nos puede ocurrir en el equipo de ósmosis en sí, el grifo puede también hacer ruido debido a que haya aire en la manguera o conductos. Este problema es menos común que el anterior pero si es así, recomendamos desmontarlo y volver a colocarlo cuidadosamente para después encenderlo durante un rato hasta que se purgue el aire que le pueda quedar.
El sistema produce agua continuamente
Este caso puede darse en varias situaciones, como que la válvula de cierre automático no funcione, la vejiga del tanque de almacenamiento esté rota o defectuosa o que el restrictor de flujo de drenaje esté muy desgastado. También podría darse en el caso de que la membrana esté mal instalada.
De cara a solucionar este problema lo ideal sería empezar por revisar la membrana que es lo que tendrá más fácil acceso, aunque es lo que tenga menos probabilidades de fallar. Si no hay suerte con esta revisión, tras asegurar una correcta presión de agua en el sistema podemos revisar y reemplazar la pieza defectuosa: Válvula de cierre automático, Vejiga del depósito de almacenamiento de agua, o el Restrictor de flujo de drenaje de agua.
Fugas en alguna conexión
Si identificamos alguna pequeña fuga de agua en alguna de las conexiones, lo primero sería intentar desconectar, limpiar ambas partes conectadas y volver a conectar correctamente. De esta forma conseguiremos aumentar la presión de cierre, y podemos utilizar cinta de fontanería para darle más fuerza al cierre. Si esta fuga se debe porque alguna pieza está agrietada, pese que se podría hacer algún arreglo temporal con cinta de fontanería, la mejor solución es intentar conseguir un reemplazo de esa pieza o latiguillo. Con el tiempo, los accesorios de goma o plástico tienden a volverse más rígidas, lo que facilita su desgaste o rotura.

Mantenimiento de las máquinas
Como cualquier electrodoméstico, una sistema de filtrado de agua por ósmosis inversa funciona mejor cuando está bien cuidado y mantenido. Es por eso que siempre recomendamos realizar revisiones periódicas para evitar problemas a futuro, ya que una rápida identificación de la degradación de la máquina puede ahorrarnos un buen dinero en el futuro. Esto asegurará que nuestro equipo produzca agua de calidad, con buen sabor y sin bacterias.
Lo primero sería revisar la vida útil de los filtros. Los equipos más modernos nos avisan cuando cada filtro está para cambiar, pero en términos generales deberíamos cambiar cada filtro:
- Filtros. Normalmente se recomienda cambiarlos cada 6-12 meses en función de su uso.
- Post-filtros. Para un uso con intensidad normal, deben ser reemplazados cada 12 meses de uso.
- Membrana. Cada 3 años, aunque podemos reemplazarla antes si vemos que la calidad del agua de nuestro sistema empeora.
Por otra parte, es conveniente realizar una higienización periódica de nuestro aparato, así como una puesta a punto, ya sea una revisión realizada por nosotros mismos o por un fontanero especializado.


¿Merece la pena reparar el equipo?
Existen muchos matices a esta pregunta, que no tiene respuesta universal. A grandes rasgos depende del tipo de problema y de la calidad del equipo. Si es un problema que a priori pueda parecer menor como una ligera reducción de la presión, o un empeoramiento del olor o sabor del agua, que puede ser arreglado poniendo el foco en los filtros, a priori merecería la pena limpiar bien el equipo y reemplazar el equipo puesto que esto solucionará el problema.
Ahora bien, si estamos hablando de problemas más graves, donde una parte electrónica no está funcionando correctamente, la mecánica interna parece estar fallando, o el equipo está viejo y deteriorado, considerando los precios actuales, quizá la mejor opción sea optar por un reemplazo del equipo.
Una visita de un técnico especialista difícilmente bajará de 60-70 euros, más el coste de la reparación en sí o los materiales necesarios, que lógicamente dependerán en base al problema. Por lo tanto, si es un equipo de primer nivel o relativamente nuevo que empezó a fallar de repente, puede ser interesante llamar al servicio técnico para revisarlo. Sin embargo, viendo que los equipos de ósmosis inversa son cada vez más económicos y más eficientes, recomendaríamos comprar un nuevo equipo que vendrá con su garantía mínima de 2 años. Si estás en esa situación, no te pierdas nuestra guía con los mejores equipos de ósmosis inversa domésticos: